CIUDAD DE MÉXICO (AP) .- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, defendió el miércoles el fallo de 2013 que liberó a uno de los capos de la droga más buscados por las autoridades estadounidenses, a pesar de que la Corte Suprema de México luego dictaminó que fue un error.
Rafael Caro Quintero salió en libertad mientras cumplía una sentencia de 40 años por la tortura y asesinato del agente de la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos Enrique “Kiki” Camarena en 1985, y desde entonces aparentemente ha reanudado su papel de narcotraficante violento.
Caro Quintero encabeza la lista de los más buscados de la DEA, con una recompensa de 20 millones de dólares por su captura.
López Obrador dijo el miércoles que la apelación legal que condujo a la liberación de Caro Quintero estaba «justificada» porque supuestamente no se había dictado veredicto contra el narcotraficante después de 27 años en la cárcel. López Obrador también presentó como ejemplo una orden posterior de arresto de la presión estadounidense.
“Una vez que salió, tuvieron que volver a buscarlo, porque Estados Unidos exigió que no debiera haber sido liberado, pero legalmente la apelación estaba justificada”, dijo López Obrador.
El portavoz presidencial Jesús Ramírez dijo que «el presidente solo decía que era una aberración legal que el juez no hubiera emitido un veredicto sobre el señor Caro Quintero después de 27 años… pero no defendía su liberación».
Hubo un veredicto, pero una corte de apelaciones mexicana inicialmente decidió que provenía del juez equivocado.
En agosto de 2013, la corte de apelaciones anuló la sentencia de 40 años de Caro Quintero por el asesinato de Camarena y un piloto del gobierno mexicano. El panel argumentó que un tribunal estatal debería haber supervisado el caso, no uno federal, y ordenó su liberación inmediata de una prisión de máxima seguridad.
La Corte Suprema de México anuló la orden que lo liberó meses después, diciendo que Camarena era un agente del gobierno de Estados Unidos registrado y, por lo tanto, su asesinato era un delito federal y había sido juzgado adecuadamente. Se emitió una orden de arresto contra Caro Quintero, quien se encuentra escondido desde su liberación.
Su liberación a altas horas de la noche enfureció al gobierno de Estados Unidos y sorprendió a los fiscales mexicanos, a quienes no se les notificó hasta horas después de que ocurriera.